Dialogos - Plato
Vol. 1. Apologia de Socrates: Eutifron; Criton; Fedon; Symposio; Fedro
después de la muerte de Sócrates, en la cual no estuvo presente a juzgar por lo que se asienta en el Fedón tal vez sin fundamento, se acogió con otros socráticos a Euclides, en Magara, para librarse de cierta persecución que se le hacía.
No permaneció ahí mucho tiempo y comienzan entonces sus viajes por Egipto y Cirene. Α su vuelta se estableció en Atenas y por espacio de ocho años se ocupó no sólo en escribir sino en enseñar ante un reducido auditorio. Viaja después (hacia 388 a. de C.) por la Italia Meridional y Sicilia; tenía cuarenta años, según la Epístola vii, 324 A. Visitó la corte de Dionisio el mayor, con quien cayó en desgracia a tal punto que el tirano lo entregó a un espartano llamado Pollis y fué vendido como esclavo en el mer- cado de Egina. Rescatado por Anniceris el Cireneo volvió a Atenas y en este tiempo por primera vez abrió una escuela en el Gimnasio de la Academia y más tarde en sus pro- pios jardines que estaban allí cerca.
Además de filosofía enseñaba matemáticas, en las que sobresalía en su época. No sólo instruía con la conversación sino también por medio de pláticas, como se ha probado perfectamente en lo que se refiere al período posterior; los miembros del grupo hacían comidas en eomún cada mes. Renunció a la política, porque en la Atenas de su tiempo no encontró campo para su actividad.
Pero cuando tras la muerte de Dionisio el joven (368 a. de C.), fué invitado por Dion para visitar a su sucesor, no rehusó, y a pesar de que la tentativa acabó mal, la repitió, según parece a instancias de Dion, algunos años después. La seguuda vez, la desconfianza del tirano lo puso en gran peligro, del cual fué librado por Arquitas y sus amigos. Restituído a Atenas, continuó sus trabajos científicos con vigor constante hasta su muerte, ocurrida en la Olimpíada 108, 1 (940 a. de C.), a los ochenta años.
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